¿Cuántas veces has soñado con volar a Nueva York?
Yo ciento de veces, hasta que un día echo la beca estatal de idiomas "et voilà!" me voy a los EEUU.
Aún recuerdo cuando leí la confirmación de la beca, empece a gritar por todo el piso como una adolescente histérica, sobre todo porque no me creía que me iba a ir. La verdad, a veces creo que lo más seguro es que haya sido todo un sueño, pero me pellizqué,y ahí estaba la confirmación.
Aún recuerdo los nervios de buscar la academia y residencia a toda velocidad, me tuvo que dejar mi madre los 200 euros de entrada que hay que dar para que oficialmente te den la beca. Esos 200 euros son un seguro que tiene el estado de que tienes academia y te irás.
Después de arreglar papeleo, empece a buscar trabajo para poder pagar mis caprichos en New York, ya que prácticamente la beca iba ir íntegramente para la escuela, residencia y transporte, además de algunas comidas.
(Billete de avión)
El problema de buscar trabajo en 2011 fue que estábamos en el meollo de la crisis, pero en Galicia aún no se notaba, y gracias que entre a trabajar en la empresa de mi tía, que es una pastelería ambulante, digamos, vendía pasteles en ferias medievales, góticas, hippies..etc. Fue bastante duro, pero para motivarme a trabajar pensaba en New York, y que estaría dentro de poco paseando por esas calles desconocidas para mi, aunque conocidas en vista cinematográfica.
(Fotografía de una persona que no conozco y que me ha sacado)
Aún recuerdo a 48 horas de mi viaje, me dio una bajona de soledad. Mirad, el gran paso de viajar sola al otro lado del charco es bastante duro, por mucho que compartas habitación con una desconocida, siempre acabarás pensando que lo puedes pasar mal, o no disfrutar como deberías, también he de reconocer que salí con un amigo de juerga y se nos dio por llorar.
Diréis que tontos fuimos en salir y llorar, pero estábamos en una situación de cambios amoríos, y no sé, los dos estábamos en un punto incomprensible y dañino, porque tanto él como yo, estábamos colados por dos personas que no nos correspondían y cosas que pasan. Entonces le suelto yo "joder, ya no me apetece ir a New York". Increíble, pero lo pensé, incluso a 24 horas de mi gran viaje, ese 10 de diciembre que volvimos a salir mi amigo y yo unas cuantas horitas antes de pillar yo el vuelo, pero gracias a esas horas me lo pase en grande con nuestro "Long Island" y el camarero simpático que nos preparaba otro, pero debíamos irnos a nuestras casas, ya que no iba a ser bueno un viaje de 12 horas con resaca.
(Daiquiris)
11 de septiembre, 9 de la mañana.
Mi hermana y mi cuñado me acompañan al aeropuerto de Barajas, con mis dos maletas prácticamente vacías, espero una inmensa cola para facturar la maleta, mientras me revisan la documentación y me ponen una pegatina que esa maleta no lleva drogas y no esta manipulada por nadie que no sea yo.
Despedidas y nerviosismo, no sé si estoy feliz o triste por irme yo sola o tener una gran aventura al otro lado del mundo, pero subir ese avión y mirar por la ventanilla de la ventana, me hizo pensar en que estaba loca.
El viaje a pesar de ser largo, se me hizo corto, gracias a la señora que iba a mi lado que me comento todo lo que iba a ver, y que iba a disfrutar de la gran manzana.
La comida del avión fue bastante buena, eso sí, nos embutieron que daba gusto. Intente dormir, pero no podía, estaba un poco eufórica y suerte que tuve que en el Delta tienen en cada asiento una pantalla táctil donde puedes ver cualquier película que haya en su catalogo, e imaginaos soy una adicta a ver películas cuando me aburro o no soy capaz de dormir, vamos me vi 3. Recuerdo que la última fue la de X-Men master class, y estaba ya acabando de verla cuando el capitán nos informa que en 10 minutos vamos a aterrizar en New York.
¡Oh dios mío! ¡Ya estoy en tierras americanas!
Cuando bajamos del avión, dimos un gran paseo por el aeropuerto JFK, y después la cola infinita para ver si estabas admitido en su país o no. Fue el momento clave, para saber si sabia defenderme en ingles o no, pero creo que los nervios no iba a dar pie con bola, y estaba un poco asustada con el policía que podía tocar, ya que tengo entendido que a veces te toca el "malo" de turno y te hace mil preguntas para ponerte más nervioso.
Me toca el turno para la mini entrevista, y que me miren la documentación...y... ¡Suerte que tengo! me ha tocado el policía más bonachón de todos, aunque un poco seco, pero no me hizo muchas preguntas, ya que vio que era una estudiante y... "
Welcome to New York City!"
Ahora a correr a por mi maleta, y al tren que hay en el aeropuerto que te acerca al metro.
¿Dónde leñes estoy?
Mirando carteles por todas partes, gente "ofreciendo" sitio en sus coches a un precio que no me convencía, ya que había visto que la opción económica era el metro, y que narices! quería ahorrar en transporte.
Después de una pequeña búsqueda encontré donde estaban los vagones del airport train, pero a saber donde iba uno, o donde iba el otro... Vi a un muchacho que parecía que estaba tan perdido como yo, y voy yo con toda mi cara, sí, así por que sí, y suelto "¿Estás tú también perdido?", ahí en castellano, pudiendo ser él inglés, americano.. ¡lo que fuese! Y él me mira y me contesta "Sí, no sé cual hay que tomar para coger el metro".
Continuará...
